Existen muchas teorías convincentes sobre el bajon vespertino o del mediodía: la sobrecarga de hormonas matinal ha decaído; algún grado de “tedio cerebral”  ha comenzado. O tal vez tenga que ver con lo que comas: todos los alimentos desvían la sangre que va hacia tu cerebro hacia el estómago, pero algunos otros alimentos también elevan los niveles de la hormona soporífera, la serotonina.

Generalmente la mayoría de la gente tan pronto acaba de comer, comienza a presentar síntomas diversos como: la cabeza comienza a zumbar, la concentración se derrumba, los ojos se empiezan a cerrar y los invade un cansancio inmenso. Aquí hay algunos consejos útiles para evitar que esto suceda:

Antes y durante tu almuerzo:

  • Sal y siéntate bajo la luz del sol durante 10 minutos. O mejor aún, toma tu almuerzo afuera y divide tu descanso entre la comida y una caminata. Aquí está el porqué: tu oficina probablemente tiene 500 luxes luz, lo que equivale a 500 velas. Compara eso con las 10,000 luxes que encuentras al amanecer o las 100,000 de una tarde julio.

Así que cuando el abatimiento vespertino comience, sal y toma el sol. Te ayudará a poner en cero tu reloj cronológico, manteniendo baja la cantidad de melatonina (la hormona del sueño) que tu cuerpo produce durante el bajón circadiano y te dará un valioso incremento de la beneficiosa vitamina D, reduciendo el riesgo tanto de osteoporosis como de varios tipos de cáncer.

  • Come tentempiés todo el día. Simplemente, cada vez que tengas hambre, come alimentos nutritivos en vez de comer tu almuerzo per se, pero cuida los tamaños de las porciones. Entonces utiliza tu descanso para hacer algún tipo de ejercicio como una caminata alrededor de un parque.
  • Escoge carbohidratos que activen las proteínas y que no consuman mucha energía. Una ensalada de atún sin pan es una mejor opción que un sándwich de atún. Una ensalada verde espolvoreada con queso bajo en grasa, un huevo cocido y rebanadas de pavo le ganan a una pasta. Este cambio puede realmente hacer la diferencia. No debes saltarte el almuerzo, pero la combinación de comer menos y comer menos carbohidratos provoca menos somnolencia.

Después del almuerzo:

  • Disfruta de la hora del té. Hazte la rutina de una taza por las tardes. Es un buen paso para derrotar el bajón vespertino gracias a su contenido de cafeína y por los minutos de tranquilidad que conlleva. Mantén en tu oficina una selección de té de sabores exóticos (preferentemente con cafeína) junto con una taza que te sea estéticamente agradable y sólo para el té. Cuando empieces a sentirte cansado, prepárate una taza y siéntate en un lugar callado (que no sea tu oficina) para beber a gusto y reflexionar. El tiempo de meditación calmará a tu alocado cerebro mientras la cafeína te dará lo que necesitas para terminar tu día.
  • Haz una llamada diciendo ‘estaba pensando en ti’. Llama a tu esposa, a tus hijos, hermanos, padres, amigos o algún colega retirado. Una llamada de 5 minutos para estar en contacto con esas personas te levantará el ánimo por horas y te revitalizará para que termines tu trabajo.
  • Toma una caminata de 10 minutos y resiste a esa barra de chocolate. Cuando unos investigadores norteamericanos compararon a los participantes de un estudio que comieron una barra de chocolate con los que caminaban durante 10 minutos y encontraron que los primeros se sentían más tensos durante la siguiente hora, mientras que los segundos no sólo tenían más energía durante una o dos horas más, sino que también reducían la tensión.
  • Coloca una gota de aceite de menta en tu mano y frota vigorosamente ambas manos, luego frótalas sobre tu rostro, evitando el contacto con los ojos. La menta es una esencia conocida por ser energizante.
  • Ordena tu oficina. Ésta es una actividad física que hace que te levantes de tu escritorio, te flexiones, tires y estires. Además, puedes ‘perderte’ haciendo esta actividad, y cualquier cosa que hagas que te permita concentrarte, te ayudará a levantar tu ánimo.
  • Haz 10 minutos de ejercicio isométrico. Este tipo de ejercicio sólo requiere que tenses un músculo y lo dejes así. Por ejemplo, con tu brazo extendido, tensa tus bíceps y tus tríceps al mismo tiempo y sostenlo así de 5 a 10 segundos. Puedes hacer esto con tus músculos de las pantorrillas de los muslos (anteriores y posteriores), pecho, abdomen, nalgas, hombros y espalda. Además, no sólo tonificas tu cuerpo, tonificas tu mente.

Durante todo el día:

  • Agrega algo de variedad a tu día. El tedio pone a prueba tu mente y produce somnolencia. La mayoría de los estudios sugieren que la concentración en cualquier cosa disminuye después de una hora y llega a ser casi lamentable después de 90 minutos. Así que divide tus tareas para maximizar el balance entre variedad y productividad.

 

 

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