En el trabajo de investigación y de aplicación de pruebas diagnósticas, los sistemas de salud se han visto en la necesidad de introducir auxiliares de diagnóstico que asistan al control epidemiológico y a la práctica clínica. No es reciente que las pruebas inmunológicas de uso en punto de atención sean una de las alternativas más importantes, ya que su uso, manejo y diseño le permiten aplicar este modelo en diferentes ambientes de la epidemia.

Para los investigadores del COVID-19, se ha preparado esta reseña de las herramientas diagnósticas y como usarlas, para conocer mejor las dinámicas de transmisión del SARS-Cov2 y entender las diferencias claves entre las pruebas por RT-PCR y las inmunológicas para detección de COVID-19 con anticuerpos IgG e IgM.

Hoy en día, en el mundo, no hay un sólo dispositivo de diagnóstico para COVID que sea infalible

Hasta ahora, la respuesta de primera línea al brote de SARS-CoV-2 ha sido la prueba de reacción en cadena de la polimerasa, con retro-transcripción (RT-PCR), esta consiste en amplificar los genes hasta el punto de que sean detectables y analizables. Las primeras pruebas cuantitativas de RT-PCR para detectar SARS-CoV2 fueron diseñadas y distribuidas poco después de que se identificara el virus. Sin embargo, el protocolo de prueba es complejo y costoso, y se adapta principalmente a laboratorios de diagnóstico grandes y centralizados

El proceso dura usualmente 6 horas, sin considerar el tiempo de logística que puede extenderse incluso a días. Actualmente, Abbott (EE UU) ofrece un dispositivo CURBING THE COVID-19 OUTBREAK IN REALTIME, que hace el proceso de RT-PCR en menos de una hora. Costo: Desconocido

La muestra que se usa para la prueba de RT-PCR es muestra nasofaríngea. En los laboratorios privados y autorizados en México, su precio de venta oscila entre $4,000 y $9,000, y sirve para detectar al virus.

Además de las pruebas por PCR están las pruebas para la detección de anticuerpos, que se llevan a cabo en muestras de sangre, suero o plasma del paciente y están basadas en la alta especificidad que existe entre la reacción antígeno-anticuerpo. El diseño de la prueba permite realizarla en unos cuantos minutos, y no requiere equipo especial, ni personal con capacitaciones especiales

Hablando del Corona Virus 2019, después de los primeros días del contacto con el virus, puede detectarse tomando una muestra de exudado nasofaríngeo y utilizando RT-PCR, dependiendo de la carga viral que exista, y ésta varía en cada uno de los pacientes.

A partir del día 5 al día 10, la respuesta inmune activa comienza la producción de anticuerpos del tipo IgM, aumentan en número y se vuelven detectables. En días posteriores, las inmunoglobulinas IgG, comienzan a repuntar, ya que se produce la respuesta inmune de memoria, este tiempo podría definirse del día 14 con un pico máximo entre los 19 a 21 días

NOTA: De esta gráfica parte toda la explicación de este texto: el cuerpo humano presenta reacciones al COVID en diferenes dias, mayores o menores cargas virales o anticuerpos. Esta gráfica tiene la intensión de ayudar a dimensionar la complejidad del cuando hacer un diagnóstico, y que plataforma podría ser la adecuada

Dinámica de producción de anticuerpos del tipo IgG e IgM

Existe un momento donde los resultados emitidos por la RT-PCR y las pruebas inmunológicas pueden variar en su detección, ya sea porque la cantidad de virus se ha reducido, o el título de anticuerpos aumente en producción de IgG e IgM. En esta ventana umbral (color verde) es importante realizar ambas determinaciones para disminuir la cantidad de falsos negativos. Esto ya ha sido también confirmado en México, por estudios del área de biotecnología de la BUAP, usando como materiales pra las pruebas inmunológicas la prueba COVID-19 dirigido a la proteína S de amunet.com.mx

Si el RT-PCR funciona bien para detectar SARS-CoV2, ¿Por qué requerir pruebas inmunológicas?

El conocimiento de la enfermedad COVID-19 causada por este virus aún es insuficiente y en constante cambio. Es necesaria la mayor cantidad de datos posibles para mejorar el manejo, y enfrentarnos a las situaciones actuales. Las pruebas rápidas son pruebas de bajo costo, robustas, que se pueden aplicar en punto de atención, emiten un resultado rápido y proveen información del estado de salud del paciente, en cuanto a su respuesta ante la infección viral.

Sin embargo, ni las tecnologías de PCR ni de inmunoensayo han demostrado ser 100% certeras, y la evaluación médica es la clave para el diagnósico del COVID-19. Las pruebas de PCR son altamente precisas y se pueden desarrollar I+D a gran velocidad, pero son complejas de usar y lentas para obtener un resultado. Los inmunoensayos son menos precisos y tardan más en I+D, pero son fáciles de usar y ofrecen resultados en 20 minutos. Es recomendable que el diagnóstico de laboratorio del virus incluya la prueba de RT-PCR y el inmunoensayo. La sinergia entre ambos métodos potencia considerablemente el manejo de un paciente.

Si consideramos ejemplos, con ayuda de las pruebas de detección de anticuerpos podríamos abordar el manejo de un individuo sospechoso. Hipotetizando a un paciente sospechoso con SARS-CoV2, estos serían sus posibles resultados:

 

La prueba de PCR reacciona a la presencia del virus, que decae hasta no ser detectable, en este caso, alrededor del día 6. La presencia del virus va disminuyendo a medida van aumentando los anticuerpos.

Sensibilidad y especificidad PCR vs Inmunoensayo

La pregunta de siempre: ¿Cuál es la sensibilidad y especificidad de cada prueba, o sea que tan certeras son? El virus tiene aún meses en el mundo, semana a semana se van mejorando todos los procesos de diagnóstico.

La determinación por RT-PCR es y seguirá siendo el estándar de oro, y aun así presenta limitaciones en el desempeño (toma de muestra y cadena de frío, variaciones y cambios en las secuencias de genes que no son detectadas, diferencias entre los métodos utilizados) que la hacen susceptible a discriminar resultados positivos o negativos.

No se pretende sustituir la prueba, más bien complementarla y fortalecerla con auxiliares de investigación del virus. El punto es entender, como profesionales de la salud, que no hay ninguna prueba de laboratorio que sea considerada definitiva, ya sea por la calidad del ensayo o por la evolución de la enfermedad. Los periodos para detectar los cambios en la inmunidad varían, ya que hay características que no son controladas: la raza, el género, la edad, comorbilidades, tipo de sangre, interferencias en las muestras, condiciones sociales, etc.

Es necesario dejar claro: Las pruebas diagnósticas son un auxiliar en la investigación de la infección de SARS-CoV2. El médico es el que toma las resoluciones de acuerdo con el historial clínico y estado del paciente, es su decisión como manejar los exámenes de laboratorio. Las pruebas inmunológicas, en condiciones ideales tienen una sensibilidad/especificidad superior al 89%. En amunet llevamos años desarrollando formulaciones y validándolas, tenemos gran experiencia en el tema. Pero el COVID-19 presenta sus cuestiones, se comporta diferente en cada persona. Esto se ha observado en el desarrollo emergente de vacunas, la operatividad de ellas quedará expuesta en la validación.

Usos previstos de las pruebas rápidas

El uso de investigación de la prueba está planteada para varios escenarios. Los principales para la detección de anticuerpos IgG e IgM para COVID-19 son:

En laboratorio clínico:
– Reducir falsos negativos a la prueba de PCR

Por su precio y proceso de 15 minutos:

 

Ejemplo operacional.
Una persona tomó un vuelo. Al día siguiente, la aerolínea le informa que uno de los pasajeros de su vuelo fue positivo para SARS-CoV2. Inmediatamente se hace un PCR. El resultado llegó 5 días después con resultado negativo.
El médico evalúa el historial clínico y comprende que existe la posibilidad de que el examen fuese aplicado en un momento que la carga viral no fuera suficiente para ser detectada y que ahora en el sexto día de contagio, es posible que el RT-PCR no diera un resultado certero.
El médico decide hacer prueba inmunológica, y el resultado es negativo.
Es posible que el paciente realmente sea negativo o que el cuerpo aun no genera respuesta autoinmune.

 

Conclusión: a pesar de los resultados de la RT-PCR y de los anticuerpos, el paciente siguió en observación y resultó que si desarrollo los síntomas de la enfermedad de COVID-19. El médico realiza prueba inmunológica para detectar anticuerpos, sin necesidad de repetir el ensayo de RT-PCR. Si el paciente presenta anticuerpos IgM, la infección se encuentra activa, indicando que la infección aún está presente. En ese caso, días posteriores tendrá positivo IgG, con lo cual es posible que el paciente genere inmunidad.