«La meningitis infantil podría relacionarse con el tabaquismo pasivo durante el embarazo: los cigarrillos pueden aumentar las probabilidades de que un niño presente la enfermedad»

Se realiza la publicación de un análisis en el que se valoró si los niños expuestos al tabaquismo pasivo podrían tener más riesgo de meningitis meningocócica. La meningitis meningocócica (causada por la bacteria Neisseria meningitidis) es el tipo de meningitis bacteriana más frecuente. Avanza a una infección de la sangre (septicemia), un trastorno que puede ser mortal.

Los 18 estudios incluidos en el análisis revelaron que los niños y los adolescentes expuestos a cualquier tabaquismo pasivo en su domicilio tenían un incremento de más del doble en el riesgo de meningitis meningocócica o septicemia.

Sin embargo, es difícil determinar al 100% si el tabaquismo pasivo es la causa directa del incremento en el riesgo. Esto se debe a que no todos los estudios toman en cuenta otros factores que podrían estar influyendo en la relación. 

Pese a sus limitaciones, este análisis útil señala otro posible daño derivado del tabaquismo pasivo, además de los ya establecidos.

 El estudio fue realizado por investigadores de la University of Nottingham y fue publicado en la revista médica BMC Public Health

Los investigadores sostienen que cada vez hay más pruebas que señalan que los niños expuestos al tabaquismo pasivo —por ejemplo en el domicilio— pueden tener más riesgo de meningitis meningocócica. El presente estudio es un análisis sistemático y metanálisis. Explora evidencia científica combinando los resultados de estudios de observación que han analizado la relación entre la exposición del niño al humo secundario y el riesgo de meningitis. Los investigadores han analizado, en concreto, la magnitud del riesgo relacionado con el tabaquismo:

  • Por cualquier miembro del domicilio
  • Por miembros individuales de la familia
  • Por el tabaquismo materno antes y después de nacimiento

Los investigadores incluyeron estudios en los cuales el tabaquismo pasivo se autonotificaba o se medía biológicamente (p. ej., analizando los productos secundarios de la nicotina en muestras de saliva). Los investigadores clasificaron la exposición al tabaquismo pasivo como la que ocurría:

  • Antes del nacimiento (mientras el bebé estaba todavía en el vientre materno)
  • Después del nacimiento (posnatal)
  • Durante la lactancia (no se hace ninguna distinción clara en el estudio de cuándo consideraron que había terminado el periodo «posnatal» y había comenzado el periodo de la «lactancia»)
  • Durante la infancia

Los investigadores identificaron 18 estudios elegibles. Todos los estudios incluidos valoraban la exposición al tabaquismo pasivo mediante el empleo de cuestionarios. En 10 de los estudios se analizaron los diagnósticos de laboratorio de meningitis meningocócica (o septicemia) y los casos de infección clínicamente sospechados pero no confirmados. Ocho estudios comprendieron sólo a los pacientes con diagnóstico de laboratorio. Los estudios fueron realizados en diferentes países y comprendían poblaciones de países de Europa, Oceanía, América y África.

Un análisis combinado de 17 estudios demostró que los niños con alguna exposición al tabaquismo pasivo en el domicilio tenían por lo menos el doble de posibilidades de meningitis meningocócica o septicemia. 

Al analizar el efecto del tabaquismo pasivo según la edad del niño observaron que el efecto tenía la tendencia a ser mayor en niños más pequeños. La exposición al humo del tabaquismo pasivo se relacionó con casi 2,5 tantos más probabilidades de meningitis o septicemia en los cinco estudios en los que los niños incorporados tenían específicamente menos de 5 años de edad. Esto se comparó con un incremento del doble de las probabilidades en los 12 estudios en los que los niños tenían menos de 18 años de edad.

Sólo en un estudio se analizó el efecto específico del tabaquismo materno durante el embarazo. Este estudio individual reveló un incremento de casi el triple en el riesgo de enfermedad meningocócica en la infancia en niños cuyas madres fumaron durante el embarazo. Siete estudios habían analizado específicamente el efecto del tabaquismo por la madre después del nacimiento (exposición posnatal) y demostraron que el riesgo aumentaba a más del doble.

Utilizando sus resultados globales, los investigadores estimaron que en los hogares de Reino Unido cada año se presentan aproximadamente 630 casos de meningitis en la infancia por la exposición al tabaquismo pasivo. 

Los investigadores refieren que la exposición al tabaquismo pasivo aumenta significativamente el riesgo de enfermedad meningocócica durante la infancia. En sus conclusiones adoptan un enfoque más cauto y dicen que «parece haber pruebas que respaldan que el tabaquismo pasivo es un factor causante de la enfermedad meningocócica».

Este análisis útil proporciona más evidencia de los efectos potencialmente nocivos del tabaquismo. En esta ocasión la investigación señala que los niños expuestos al tabaquismo pasivo pueden tener un incremento del riesgo de presentar meningitis meningocócica. El análisis tiene fortalezas por cuanto valora en forma sistemática e incluye todos los estudios de observación de que se dispone en los que se haya analizado la interrelación y en vista de que se enfocó específicamente en un tipo de meningitis.

Pese a las limitaciones encontradas en esta investigación, este análisis útil proporciona indicios de otro posible daño derivado del tabaquismo pasivo, además de los ya bien documentados.

http://www.medcenter.com/Medscape/content.aspx?bpid=103&id=39232

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